La autoridad de la Biblia, el cristiano y el mundo

por: José Augusto de Oliveira Maia

 

14.04.2014

 

 

 

Es muy común en estos días, escuchamos a la gente cuestionar la Biblia y su contenido; un aspecto interesante de este fenómeno es darse cuenta de que muchas personas que hacen este cuestionamiento, nunca estudiaron o simplemente leer la Biblia de principio a fin, de una manera ordenada y sistemática; recientemente, leí la siguiente frase al respecto: "Una persona que dice que no le gusta la Biblia, ciertamente nunca leer.". Pero cuestionar la Palabra de Dios no es algo nuevo.

 

Yá em Génesis 3:1 - 10, vemos que la estratégia de la serpiente para enganar a Eva se basa en dos puntos: confundir lo que Dios había dicho (v. 1), y contradecir lo que Dios dice (v. 4 y 5).  

 

Por sua parte, Eva tenía um perfil similar a la de muchas personas en estos días; demonstro conocer la Palabra de Dios (v. 2 y 3), pero no tenía suficiente fe en Dios y lo que El dijó, dejándose seducir por la serpiente había dicho, y el actrativo del fruto (v. 6).

 

Analizando el comportamiento de Adán y Eva, se dio cuenta de que los dos sabían la Palabra de Dios, y sabían que estaban en deuda con él; en lo contrario, habrían cuestionado Dios al ver que tenían los ojos abiertos, pero no lo hizo; en cambio, trataron de esconderse de Dios.

 

La fe Cristiana siempre ha tenido como uno de sus fundamentos reconocer la Biblia como la Palabra de Dios, divinamente inspirada; durante muchos siglos, la Biblia ha permanecido oculta a los ojos de la gente, que no sabían ler; al mismo tiempo, el texto bíblico si mantiene en latín, el idioma desconocido de la gente, y no se tradujo a la lengua común; esta fue la estrategia de Satanás para mantener a la gente en la ignorância acerca de la Biblia y su contenido, dejando el campo libre para la proliferación del pecado, la separación de Dios y la condenación al infierno. 

 

Pero la Reforma del siglo XVI, con Martín Lutero, Juan Calvino, John Knox y otros, trajo la Biblia a la lengua de la gente común; donde llegó el conocimiento de la Biblia y su contenido en el idioma de las gentes, no fue posible impedir el avance de los movimientos de reforma; el Evangelio ha sido anunciado y compreendido, lo que lleva la gente al arrepentimiento y la salvación de sus almas, reconciliados con Dios por la fe en sacrificio expiatorio de Jesucristo.

 

Pero hoy en día, la estrategia há cambiado, volviendo a la vieja cuestión de la inspiración divina de las Escrituras y la autoridad de la Biblia, tratando de invalidar no sólo la doctrina Cristiana, sino también el mensaje mismo del Evangelio. 

 

El apóstol Pedro habló sobre este problema (II Pedro 3:15 - 17); proclamando las Escrituras como la Palabra de Dios, y el reconocimiento de la misma inspiración divina en los escritos del apóstol Pablo, predijó la condenación de los que distorcionavan el contenido de la Biblia; la misma estrategia de Satanás en el Jardín del Éden se repitió en los tempos de los apóstoles, y aún hoy, se sigue utilizando.  

 

El mundo vive hoy en día problemas como la hambre, la pobreza, las guerras, las enfermedades, la decadencia moral, la ambición excessiva y la degradación de la naturaliza, sin duda, en proporciones nunca antes vistas, y sin mostrar signos de solución coherente; sin embargo, las personas siguen rechazando a Dios  y Su Palabra, la Biblia, en nombre de un conocimiento puramente racional del mundo; este mal y sus consecuencias habían sido previstas por el apóstol Pablo hace casi 2.000 años (II Timóteo 4:1 - 4).

 

Así que despertar a todos que se llaman cristianos, porque no puede ser el hijo de Dios y al mismo tiempo renunciar a la autoridad de la Biblia en su propia vida (Santiago 1:21 - 25); el rechazo de la Biblia como la Palavra de Dios divinamente inspirada inevitablemente seguir liderando el mundo al su destrucción final.